A continuación les presentamos una entrevista que le realizó el Blog de Voces Anónimas 3 a Guillermo Barrantes, escritor argentino, autor (junto a Víctor Coviello) de la trilogía “Buenos Aires es leyenda”; y narrador de Voces Anónimas en esta tercer temporada. En la entrevista Guillermo nos cuenta cómo se integró a Voces Anónimas, las historias que más le impactaron, lo mejor del programa en su opinión, cómo comenzó su interés con lo desconocido, y también nos habla de cómo nació Buenos Aires es leyenda, entre muchas cosas más…

- ¿Cuándo comenzó tu relación con “Voces Anónimas”?

  - Todo comenzó a mediados del año 2006. Me acuerdo bien porque con Víctor Coviello acabábamos de publicar Buenos Aires es leyenda 2. Primero se contactó con nosotros la  producción de “Voces Anónimas”, y después directamente Guillermo Lockhart. Entonces nos enteramos que había terminado el primer ciclo del programa con un éxito impresionante, y que ya estaban trabajando en una segunda temporada en la que querían incorporar mitos y leyendas de diferentes países. Y que entonces el destino, o algún imán misterioso que une pasiones similares, quiso que el primer volumen de Buenos Aires es leyenda llegara a las manos de Guillermo. ¡Aquella “mítica” coincidencia no podía haberse dado en mejor momento! Fue así que el creador y conductor de Voces notó que el espíritu de nuestro libro tenía muchos puntos en común con su programa y decidió contactarnos para participar del nuevo ciclo. Así que tuvimos la alegría de ver llevados a la pantalla en aquella segunda entrega de Voces a “El último taxi” y “El mito del Zorzal”, leyendas urbanas investigadas en el primer volumen de nuestra trilogía, y “El chat del Infierno” del segundo volumen.

- ¿Cómo te sentís con la experiencia de participar como narrador en la tercera temporada de Voces?

- Es un honor y un placer. Me siento contando historias extraordinarias en el mejor de los fogones. Siento que esta tercera temporada es la más trascendente de todas, por muchas cosas, y que me hayan elegido para ser parte de este equipo maravilloso en un momento tan importante, no sólo me provoca una alegría inmensa, sino que, vuelvo a repetirlo, es un honor y un placer.

- De las historias que narras en este ciclo, ¿alguna en particular te impactó más que las demás? ¿Porqué?

- Todas las historias tienen lo suyo. Tanto “Blindmaiden.com”, “La llamada imposible” y una que todavía no se vio y que tiene mucho que ver con las redes sociales, me impactaron porque de alguna manera demuestran que los mitos y las leyendas, y con ellos sus advertencias, expanden su poder hasta algo tan actual y moderno como un celular o internet. O sea, nos involucran a todos aquí y ahora. Es como si el Universo Mágico nos dijera “no podrán escapar de mí de ninguna manera”.

“La maldición del Italpark”, que pronto les dejará los pelos de punta, es una historia que, además de tocarme de cerca porque gira en torno a lo que fue un ícono de Buenos Aires, se transformó, ya cuando la investigaba para el volumen que cierra la trilogía, en una especie de símbolo de aquello que no debería suceder nunca… pero aún así sucede. Esta historia demostrará hasta qué punto puede perturbar una terrible desgracia ocurrida allí dónde no pueden ocurrir desgracias. Hay como leyes universales que no están escritas, pero que aún así todos reconocemos. La que se aplicaría a este caso diría algo así como “En un parque de diversiones no puede ocurrir nada malo”. Con esta historia veremos que cuando esta ley se quiebra, se pone en marcha la peor de todas las montañas rusas. La montaña rusa de lo desconocido.

Y debo hacer una mención especial al capítulo que estará dedicado al infierno que se vivió en la discoteca Cromagnón. Nuevamente se trata de una historia que me toca de cerca, ya que lo vivido aquella noche en aquel lugar se transformó, con todos sus misterios, en una de las peores tragedias de mi país. Todos los que hicimos aquel capítulo de Voces nos conmovimos de alguna u otra manera. Yo creo que será un antes y un después en la historia del programa.

-  ¿y del ciclo anterior?

- Me quedo con “El último taxi”. Desde un comienzo la historia me pareció única y perturbadora. Un círculo macabro perfecto. Y ver como Guillermo y su equipo reflejó todo eso y más en la pantalla, me provocó muchas cosas a la vez. Disfruté mucho aquel capítulo… y me volví a asustar, por supuesto. Estoy seguro que la impactante escena donde la pobre Felipa grita dentro del taxi, habitó en las pesadillas de la mayoría de los televidentes.

- ¿Qué es lo que más te gusta del programa?

- La seriedad con la que se toman las historias. Y el que no se tome partido apoyando o negando el mito. En eso guarda el mismo espíritu de Buenos Aires es leyenda, en donde el lector es el que decide si cree o no. Voces hace lo mismo: te muestra las puertas, pero el que decide cual de todas abrir es el televidente.

Y no puedo dejar afuera lo visual, por supuesto. Los capítulos de Voces te impactan como lo hacen las mejores películas de terror, con lo justo y necesario. Una sombra, a veces, puede perturbar mucho más que un zombie en primer plano; y ese concepto se aprovecha al máximo en el programa. Y lo bueno es que cuando la historia pide que se muestre un poco más… Voces no defrauda, todo lo contrario: te da argumentos para tus próximas pesadillas, como en el caso de “El último taxi”.

- Como un amante del género… ¿Cómo ves la realización de Voces?

- Tengo que hacer mención nuevamente a la seriedad con la que en el programa se toma cada mito o leyenda. Cómo amante del Terror, luché siempre contra aquellos que degradaban el género, que lo ponían por debajo de lo que ellos llamaban “géneros maduros”. Si madurar significa dejar de asombrarse con lo desconocido, desterrar a un segundo plano aquellas preguntas que, no sólo nos involucran a todos, sino que se animan a hurgar en lo más profundo de nuestra existencia, como ¿Hay algo después de la muerte?; y si lo hay, ¿de qué se trata ese algo?; ¿tiene un propósito el universo?, ¿qué tan real es la Realidad?, y muchas más… entonces no quiero madurar, quiero seguir siendo un chico que busca las respuestas a esas preguntas. “Voces Anónimas” se toma cada capítulo con la seriedad que, para mí, merecen los temas que tienen la valentía de sumergirse en estos misterios. Y eso lo hace un programa diferente, único.

- ¿Cómo comenzó tu interés por los mitos y leyendas urbanas?

- Como escritor, amo contar historias y que me las cuenten. Y cuanto más asombrosas las historias, mejor. Y si esas historias pueden dejarme una marca tanto por dentro como por fuera, como a Guillermo Lockhart en el video de presentación del tercer ciclo de Voces… ¡pues mejor aún! Y eso pasa con los mitos y las leyendas urbanas: su hambre de “realidad”, por decirlo de alguna manera, te marcan.

Además, luego de escribir cuentos y novelas, de construir esos relatos dedicándole mucho tiempo a la corrección de cada uno, el mecanismo del boca en boca me asombró desde un primer momento. Y somos nosotros mismos los que manejamos sus engranajes. Nosotros llevamos y traemos historias, nosotros le agregamos y le sacamos elementos a esas historias, a veces involuntariamente. Y ese mecanismo, el del boca en boca, es el mejor método de “selección natural” de los mitos y las leyendas. Allí crecen, allí se perfeccionan hasta hacerse “aptas” para sobrevivir en la jungla urbana, para asombrar a la mayor cantidad de personas y asegurarse así el ser transmitida y expandida, manteniendo siempre el misterio de su nacimiento, de la realidad que pueden ocultar sus raíces.

- Para los que no leyeron la trilogía “Buenos Aires es leyenda”, contanos  un poco de los libros y cómo nació la idea de escribirlos junto a Victor Coviello.

- En el año 2001 junto a Diego Ruiz Diaz, María Eugenia Cuevas y Romina Barroso, quien ya era mi esposa, hacíamos “Babel”, un programa radial en el que tocábamos muchos temas. Tuve la idea de tener una sección de mitos urbanos en el programa y al ver la repercusión que generó me dije “es el momento de unir este tema maravilloso con mi pasión por la escritura”. Y esa fue la semilla de Buenos Aires es leyenda. De repente me vi involucrado en un proyecto enorme por el carácter que yo pretendía darle al libro: quería alejarlo totalmente del formato enciclopédico, no quería escribir un simple catálogo de leyendas. Lo que buscaba era que el lector “sintiera” cada mito, como si él mismo lo estuviera investigando. Entonces supe que Víctor Coviello era el compañero ideal. Nos habíamos conocido hacía años en el taller literario del escritor Marcelo di Marco y “sintonizamos” muy pronto. Yo sabía que a Víctor también lo cautivaban los mitos urbanos y algo tenía investigado. Así que sólo restaba llevarle el proyecto. Y así fue.

 

- Mientras investigaban diferentes historias ¿les ocurrió algún fenómeno paranormal?

- Nos pasaron muchas cosas en estos casi diez años de investigación y escritura. Pero lo bueno de todo esto, lo más perturbador… es la incertidumbre, el no saber a qué adjudicarle algunos sucesos extraños que vivimos. Por ejemplo, cuando investigábamos “el horror en el jardín”, uno de los mitos urbanos de Buenos Aires es leyenda 3, Víctor decidió llevarse el ejemplar de una oscura publicación muy difícil de encontrar acerca de una desconocida raza de seres malignos. Mientras ese viejo libro estuvo en su casa, le ocurrieron cosas muy extrañas. El súmmum de aquellos sucesos fue el ingreso por la ventana de una especie de ave negra imposible de identificar. Víctor se deshizo del ¿ave? y luego del libro. Y los fenómenos cesaron.

- ¿Se planea la venta de la trilogía en Uruguay?

- Se planeó varias veces, pero por indescifrables encrucijadas editoriales aún no llegó a las librerías Uruguayas. Mirá como son las cosas: sin quererlo, los tres volúmenes de Buenos Aires es leyenda, se han convertido en “oscuras publicaciones difíciles de encontrar” en Uruguay. ¿No será que alguno de nuestros libros llegó de alguna manera, y el hogar que lo recibió empezó a padecer extraños fenómenos?

- Hace unos meses fue la presentación de tu primera novela, “El Temponauta”, en el Castillo Pittamiglio, en Montevideo. ¿Qué te dejó esa experiencia?

  - Aquella noche fue, sin dudas, una noche de leyenda. Fue la reunión perfecta. Allí estaban los amores de mi vida, que son mi esposa Romina y mi hijo Dante, los amigos que siempre me acompañaron, y Guillermo Lockhart, con quien en el transcurso de lo que hicimos juntos para la segunda y la tercera temporada de “Voces Anónimas” hemos forjado una amistad maravillosa. Guillermo no pudo haber presentado mejor a El temponauta. Y encima el marco era magnífico: un castillo que había pertenecido a un Conde alquimista. Sensacional.

El temponauta, que sí puede conseguirse en Uruguay, es una novela de viajes en el tiempo, otro de los temas que me fascinó desde chico. Y aquella presentación fue como unir, por el marco, mi pasión por los mitos urbanos con mi pasión por la narrativa de ficción. Además el objetivo de ambas pasiones es el mismo: contar buenas historias.

- ¿Tenés en mente escribir más libros sobre mitos y leyendas?

- Si bien ahora estoy escribiendo una serie de libros de ficción, continúo buceando en el vasto y oscuro océano de los mitos urbanos. A pesar de que con Víctor consideramos que la trilogía de alguna manera cierra una etapa, el universo de Buenos Aires es leyenda se seguirá enriqueciendo con dos nuevas publicaciones, aunque ninguna de ellas se trate de un Buenos Aires es leyenda 4. Una de esas publicaciones pretendemos que se convierta en algo nunca visto en materia de mitos y leyendas. Veremos hasta donde podemos llegar, arriesgándonos a que alguna entidad del Más Allá se enfurezca por nuestro atrevimiento… si es que ya no lo conseguimos.